El STJ desestimó los recursos presentados por el Estado y confirmó un fallo de Cámara en el que se modificaron los montos indemnizatorios otorgados a una joven por daños físicos, estéticos y morales, y el reconocimiento de la pérdida de chance. En el 2010 se le amputó un brazo tras la aplicación de suero y medicamentos por parte de una médica y una enfermera.